dimecres, 6 de febrer del 2013

OPINIÓ: NO ME GRITES QUE NO TE OIGO




REINA MORA
Soy reina, reina mora, pero sin reino. Me gustan las personas, los perros y las coles de Bruselas; soy aprendiz de todo, maestra de nada.



NO ME GRITES QUE NO TE OIGO


Según algunos, somos lo que comemos, según otros, somos lo que pensamos. Yo soy partidaria del “somos lo que hacemos”. Hay gente que hace y gente que dice. Desgraciadamente solemos respetar más a la gente que dice que a la gente que hace, entre otras cosas, porque la gente que dice, lo dice muy fuerte, dan miedo. La gente que hace, lo hace despacito, sin aspavientos, sin publicidad.

La gente que dice, usa megáfonos, altavoces, luces, música estridente…grita para convencerse a sí misma. Los que hacen, no necesitan gritar, no necesitan música ni eventos. No necesitan autocomplacerse. La suerte es que el oído de nuestra emoción se hace duro con el paso de los años. Nos acostumbramos a los gritos y a la música, somos capaces de abstraernos de los sonidos de fondo, máxime cuando lo que se dice ya lo hemos escuchado mil veces. Afortunadamente, nos siguen sorprendiendo los gestos, el buen hacer, los que reparten vida cada día, los que nos dan perlas de felicidad. Puede ser un saludo con sonrisa o con tu nombre, una bolsa de naranjas, una oferta de cariño, una ayuda desinteresada, una caricia…pequeñas ráfagas de calor humano que te estremecen el alma.

Soy alérgica a los gritos, a las palabras huecas, a las consignas, a las siglas, a los grandes gestos. La vida no deja de ser un puzzle que se construye pieza a pieza, y cuanto más pequeñas son las mismas, más nos satisface el resultado final.

Lo dicho: No me grites que no te oigo.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada